martes, 21 de noviembre de 2006

Danzando con Yasmina. Mi viaje a través del baile.

Este es el primer día de mi diario dedicado a la danza oriental y a la danza en general (no vamos a discriminar). Lo primero es dar la bienvenida a quien se haya acercado a leer esto. No soy una profesional pero intentaré dar la mayor información posible y también hablaré de mi propia experiencia como bailarina en esta y otras danzas, esperando les sea de utilidad a quien lo lea. Esta primera entrada es un poco mi presentación, así que siento tanto egocentrismo. En las siguientes entradas procuraré no hablar tanto de mi misma, jejeje.
Primero voy a presentarme. Mi nombre es Yasmina, llevo bailando desde que era una niña. Soy Canaria, de Las Palmas. Empecé hace mucho con danza clásica y seguí unos ocho años dedicada al baile en una academia, pero luego me cansé y lo dejé. Dejé la academia claro. Yo seguía bailando en casa, a mi bola más cómoda y experimentando con otros ritmos como el hip-hop, salsa… Fue entonces cuando descubrí la danza oriental, o danza del vientre como les gusta llamarla. Fue viendo el famoso videoclip de Shakira “Ojos Así” cuando me enamoré de ese baile. En ese entonces no tenía internet, (el disco de “Donde están los Ladrones” es bastante antiguo relativamente) y esperé que saliera en la tele y lo grabé en vídeo. Repetía una y otra vez la secuencia e incluso me hice un cinturón con flecos para meterme en el papel. En ese momento no había escuelas dedicadas a la danza oriental y acabé dejándolo paulatinamente y me dediqué a otras cosas.
Con la llegada de las nuevas tecnologías y de los programas de descarga, me bajé todas las versiones posibles de ese vídeo y aprendí más movimientos… pero internet seguía flojo de información y de videos acerca de este baile.
Pasado un tiempo, Shakira se hizo muy famosa y la danza oriental se extendió por España. Decidí formarme como monitora de Pilates (disciplina que me gusta mucho para estar en forma) y esperar a encontrar una buena escuela, pero ninguna llegaba a satisfacerme del todo.
También compré algún DVD de instrucción en danza del vientre (volvía a estar sin internet) y unos cuantos libros. También CD’s de música egipcia para bellydancers y un par de DVD’s de actuaciones: Aziza Raks (espectacular, ya hablaré de ella largo y tendido) y Bellydancers Superstar (desvirtúa un poco la danza, pero conocí a buenas bailarinas). Shakira me pareció entonces demasiado “alejada” de la auténtica danza oriental. Dejé de verla como un ejemplo de bailarina y comparando con lo que iba leyendo, me dí cuenta que era más espectáculo que danza propiamente dicha.
Luego de practicar en casa con los libros y aprovechando las actuaciones para entender los movimientos, encontré una profe a mi medida. Era una antigua compañera de clásico. Ella no llevaba mucho tiempo bailando, unos dos años, pero me gustó su actitud, su manera de enseñar y las ganas de seguir aprendiendo que le ví… no lo pensé mucho, era la que mejor “karma” me había transmitido. Y ahí estoy.
Sé que debería estar quizás, con una profe con más experiencia y demás, pero esta chica baila muy bien, y sobre todo, enseña mejor. De momento me quedo con ella, pues es quien más me ha transmitido en menos tiempo. Además somos viejas conocidas!
Aconsejan cuando se empieza a bailar, no hacer un gran desembolso. Apañarse con un pañuelo bonito, leggins y una camiseta ajustada que puedas subir. Yo no pude resistirlo y me compré tres pañuelos de monedas, dos baratos para ensayar y uno un poco más caro y de más calidad para futuras actuaciones. También me compré un par de bombachos y dos faldas de vuelo. Más lo que tenía de las compras del curso de Pilates. Supongo que si nunca lo has probado, más vale no invertir hasta estar segura. Pero yo estaba tan fascinada y tan ilusionada de haber encontrado un sitio “ideal” que sabía que no iban a coger polvo en el armario.
De hecho llevo sólo dos meses, pero sé que nunca abandonaré, mientras mi cuerpo resista. He avanzado mucho. De la nada a realizar muchos de los movimientos básicos aislando y viendo que salen, me parece un avance para mi. El ballet siempre me marcaba un handicap, tan rígido, pero esto, es como respirar… natural. Me queda un largo camino por recorrer, pero sé que cuento con lo más valioso, las ganas de aprender más y mejor.
Ufff, vaya introducción, pero es que antes de empezar este cuaderno, o diario, quería que me conocieran y conocieran brevemente mi viaje a través del mundo del baile.
Abróchense los cinturones, pues vamos a despegar!!!!













1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que este viaje llegue a su destino, da igual qué día y a qué hora.

Felicidades y disfrútalo.